Para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los niños, las niñas y los jóvenes.
Desde el día 1 de nuestras vidas, integrar una familia y relacionarnos con ella es una de nuestras primeras tareas. Ya sea esta la familia nuclear, la sanguínea, adoptiva, “el hogar donde crecí”, el familión que me acogió, la familia que he escogido a partir de mis amigos cercanos, podemos decir con mucho grado de certeza que la familia es para todos EL grupo más importante de la historia de vida de cada uno.
Con motivo del Día Internacional de la Familia que fue el pasado 15 de mayo, Plaza Oriente quiso celebrar esta efeméride desde la diversidad, la creatividad artística y los consejos de más expertos.
En la historia del mundo, la concepción que tenemos de familia ha experimentado muchas transformaciones que han estado ligadas a cambios económicos y culturales. En la actualidad, cada hogar es un mundo distinto, y no hay una receta única para vivir la experiencia de ser familia.
La Encuesta Mundial de Valores muestra que el 96% de los(as) chilenos(as) considera que la familia es el aspecto más importante de su vida, y un 71% señala que la vida familiar es lo que les brinda mayor satisfacción*, y es que la familia es una fuente de gran bienestar, que nos facilita a su vez, el estar a gusto en otras áreas de la vida en las que nos desarrollamos.
En un sentido más profundo, es la familia a través del vínculo afectivo y de intimidad, la que nos ayuda a construir nuestra propia identidad y autonomía, junto con entregarnos un sentido de pertenencia, seguridad y estabilidad, contribuyendo a formarnos como personas independientes y seguras para aportar al desarrollo de nuestra sociedad.
Sabemos que nuestros roles dentro del sistema familiar y la dinámica que construimos puede contar con puntos fuertes y débiles, y nuestra realidad afectiva y práctica influye en las formas que vamos adquiriendo para transitar la vida familiar. Hay veces en que podemos sentir que nos cuesta conciliar o dar armonía a la vida familiar con otras responsabilidades o áreas de vida que queremos desarrollar
Algunos consejos para hacer este tránsito más fácil:
SEAMOS EQUIPO
Las tareas de cuidado personal y del hogar son permanentes e imprescindibles, y lo recomendable es que esas responsabilidades sean compartidas entre los y las integrantes de la familia. Es ideal que el cuidado de niños, adultos mayores y personas con necesidades sea abordado por adultos que estén en condiciones de tomar ese compromiso de cuidado y que no sea exclusivo de una persona, ya que ese rol nos pone en una situación de riesgo ante el estrés.
Las tareas del hogar pueden ser distribuidas de manera equitativa, acorde a la edad y posibilidades de cada integrante. Siempre es bueno recordar que la casa no tiene que estar perfecta. Podemos mantener el orden durante nuestros días más ocupados, y realizar un aseo más profundo en familia cuando tenemos más tiempo disponible.
PROTEGE TUS TIEMPOS
Ya sea que trabajes de forma presencial o remota, es importante que puedas hacer buen uso de los tiempos dedicados tanto al trabajo, como al área personal y familiar.
Sacar provecho a nuestra jornada laboral nos permite ir a casa con menos preocupaciones y mejorar la calidad del tiempo con la familia. Por otro lado, respetar nuestros tiempos personales y familiares, facilita un estado de mayor bienestar, aumentando nuestro ánimo y potenciando nuestro desempeño en las tareas que nos propongamos.
BUSCA Y ACEPTA AYUDA
Muchas cosas buenas surgen al formar redes de apoyo. Podemos generar círculos de ayuda mutua para el cuidado de los más pequeños, nuestras mascotas o incluso nuestras plantas, así como podemos compartir los traslados o facilitarnos tareas prácticas como las compras o la alimentación.
Lo mejor de nutrirnos de una red de apoyo, es que ayuda a sentirnos acompañados y con mayor motivación para cumplir con nuestros compromisos, viviendo con mayor satisfacción nuestro día a día.
PONTE EXPECTATIVAS REALISTAS
Para compatibilizar el trabajo y la familia, es necesario mantener expectativas que se ajusten a tu situación actual de vida. De esa manera, podrás priorizar lo que consideras más importante de llevar adelante, y podrás trazar metas graduales para ir logrando otros objetivos que debas o quieras realizar.
Recuerda que la vida no es estática, y que existen momentos en que necesitamos focalizar nuestra energía en alguna responsabilidad particular o alguna situación que ocupe mucho tiempo y energía, pero también es necesario identificar cuándo tengo posibilidades de dar la prioridad a otros logros que quiero alcanzar, e ir por ellos.
ESCRIBE TU MAPA DE RUTA
Planificar escribiendo o graficando las actividades pendientes ayuda a ordenar nuestra mente para llevar adelante las acciones que queremos desarrollar. Para ello puedes llevar una agenda donde registres tus actividades, la distribución de tareas que acuerden en familia o la organización del tiempo para tus actividades de la semana o el mes.
No es necesario que guardes todo en tu cabeza, puedes ayudarte con este tipo de apoyo visual que facilite el proceso de cumplir con todo lo que te propones en tu diario vivir.
DISFRUTA TUS ESPACIOS PERSONALES
Es algo frecuente que nos cueste dejar por un momento las responsabilidades, que nos desconectemos de nuestra rutina cuando estamos al cuidado de otras personas o cuando tenemos desafíos laborales que queremos que resulten bien. Incluso muchas veces sentimos culpa y dejamos de disfrutar espacios que son exclusivos para nosotros(as), como si no tuviéramos permitido vivirlos. Pero lo cierto es que permitirnos esos tiempos, potencia nuestro bienestar, regulando los niveles de estrés y facilita que podamos cumplir mejor con nuestras obligaciones, y también con nuestros deseos e intereses.
A continuación te invitamos a conocer los dibujos de quienes quisieron compartir con nosotros su visión de familia, entre ellos los pequeños de nuestro Centro Infantil Semillitas del Oriente.