En esta última década el cuidado de la Salud Mental se ha convertido en una prioridad para quienes se preocupan del bienestar integral de los seres humanos. Más aún después de la pandemia por COVID, que intensificó el desarrollo de problemas de salud y descompensaciones de patologías de este ámbito.


La Organización Mundial de la Salud ha definido octubre como el Mes de la Salud Mental, teniendo como un hito el Día 10, en que se conmemora el Día Internacional en que debemos preocuparnos de este importante ámbito de nuestra vida.


Justo un mes antes, se conmemoró una fecha que es clave en esta materia: Se trata del Día Mundial de Prevención del Suicidio, fecha que se acordó para crear conciencia acerca de la prevención del suicidio alrededor del mundo cada año, y en la que este 2022 el mensaje que se buscó transmitir fue “crear esperanza a través de la acción”, como un llamado a todas y todos para hacernos parte de una campaña preventiva cotidiana en los diferentes espacios donde nos desarrollamos.

¿Por qué sumarnos? Porque cada año en el mundo más de 700.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio (1 muerte cada 40 segundos). En Chile, la tasa observada de muertes por suicidios está superando los 10 casos por 100 mil habitantes. Esta cifra representa a cada persona fallecida que ha sufrido, cada familia y una comunidad que sufre la pérdida[1] .

¿Cuál es el panorama para trabajadores y trabajadoras del sector de salud? En tiempos de alta exigencia como el periodo de pandemia, el “Health Care Workers Covid 19 Study” evidenció que un 10,1% de trabajadores de salud participantes en la encuesta habían tenido pensamientos suicidas en las últimas dos semanas, y un 32% lo habían pensado con una frecuencia de 2-5 veces por semana o más. Otros estudios, han mostrado que los profesionales de la salud tienden a presentar más riesgo de ideación suicida que la población general.[2]

El área de la salud conlleva con frecuencia un nivel de exigencia significativo y que puede afectar especialmente cuando se está atravesando por momentos difíciles. La exposición a largas jornadas de trabajo, el contacto con historias de vida que nos tocan el corazón, el agotamiento físico y emocional, y un ambiente laboral que esté deteriorado, pueden ponernos en un estado afectivo adverso, sobre todo cuando otras cosas pueden estar sucediendo en nuestra vida personal.

En un contexto así, el cuidado mutuo en el equipo de trabajo puede ser de mucha ayuda, considerando la importante cantidad de horas al día que compartimos con ese grupo de personas. Para ello podemos prestar atención a lo que nos pasa, dar o recibir apoyo para llevar adelante momentos que revistan mayor complejidad, brindar contención y compañía que alivien o aporten en los momentos más difíciles o críticos.

Si estás atravesando un momento difícil, si has sentido deseos de morir, te has sentido atrapado o atrapada en alguna situación o en pensamientos que te angustian, si te ha ocurrido algo que te ha generado mucho dolor, acompáñate de otra persona. Busca a alguien con quien hablar de lo que estás sintiendo, porque juntos es posible ir encontrando una forma de ayuda y de alivio. Si no sabes con quien conversar en tu entorno, también hay profesionales en tus establecimientos que pueden ayudarte. Haz click aquí.


¿Cómo saber si alguien de mi trabajo está sufriendo y qué puedo hacer?

Si como compañero(a) de trabajo observas cambios de conducta en una persona de tu equipo como aislarse o dejar de compartir con el equipo, retrasos inusuales o trabajo en exceso, deterioro en el cuidado personal, consume (o aumenta el consumo) de alcohol o drogas, sostiene conversaciones melancólicas de despedida o muerte, se observa algo agresivo(a) o se le ve con excesivo desgano, sin interés en las cosas, entonces:

✔ ️Abre un espacio de conversación respetuosa y confiable, pregúntale cómo se siente y escucha atentamente sin juzgar. Muéstrale que puede contar contigo y que quieres ayudarle.

✔ Si observas que existe un inminente riesgo suicida, mantén a la persona a salvo y alejada de objetos o lugares de riesgo. La persona puede hablar sobre sus ideas acerca del suicidio, o bien puede ocurrir que tú intuyas que esas ideas pasan por su mente. Si es así, puedes preguntarle si ha tenido ese tipo de ideas. Hablar del suicidio puede disminuir el pensamiento suicida.

✔ Ayúdale a contactar organizaciones que brindan apoyo especializado o con el equipo a cargo de la salud funcionaria de su lugar de trabajo, y también con una persona que sea de su confianza (familia, amigos, pareja, guía espiritual o terapeuta).

✔ Mantente en contacto con la persona después de una crisis.

Hospital Digital Salud Responde

22 380 02 58 (opción 1) 600 360 77 77 (Opción 1)

atencionremota.minsal.cl/funcionarios


Si por terceras personas sabes de alguien que puede estar pasando un mal momento o presenta alguno(s) de los cambios de comportamiento que te señalamos previamente, entonces:

✔ Comparte esta información, invítale a que actúe. Informen a jefaturas o personas encargadas de la salud funcionaria si no están seguros sobre cómo actuar frente a lo que observan.

Si quieres conocer más, revisa los mitos y verdades relacionados a la Prevención del Riesgo de Día Mundial de la Prevención del Suicidio

Fuente: https://www.colegiomedico.cl/wp-content/uploads/2020/10/informe_n_2-ideaci%C3%B3n-suicida.pdf

https://www.nimh.nih.gov/health/topics/espanol/prevencion-del-suicidio