Este agosto seguramente hemos escuchado a muchos hablar del corazón. Una figura tan característica, de significado universal, que relacionamos con nuestras emociones, nuestras pasiones, nuestra salud, y los latidos frecuentes que dan cuenta de que estamos vivos.

La música le ha dedicado cientos de canciones: Lo ha llamado maravilloso, maldito, “partío”; la poesía ha derramado para él miles de palabras y también la ciencia se ha dedicado a estudiarlo en profundidad, logrando obtener de ese análisis datos sobre este órgano que no siempre son conocidos por una persona común.

En este mes, nuestra Red Oriente se ha preocupado desde todos sus establecimientos de promocionar al corazón desde el buen uso de la red pública, los mensajes preventivos y el reconocimiento de síntomas de casos más agudos. Todo ello bajo el lema “En este Mes del Corazón, la Red Oriente late al mismo ritmo”.

En esta oportunidad, Plaza Oriente te invita a mirar este órgano desde distintas perspectivas: aportándote con datos que quizás no conocías (aunque seas cercano al mundo de la Salud), pasando por consejos del ámbito de Salud Mental para mantenerlo sano y protegido, e incorporando frases con que distintos personajes en la historia han invocado su nombre.

Un motor eléctrico

Tal cual. El corazón puede latir por sí solo fuera del cuerpo humano, ya que genera sus propios impulsos eléctricos. Dependiendo de las condiciones, es capaz de latir desde segundos hasta horas. Sin embargo, para prolongar sus latidos más tiempo, necesita sangre que le aporte nutrientes y oxígeno, que es lo que se le proporciona cuando se extrae para realizar un trasplante.

Varios kilómetros

El corazón forma parte de una red kilométrica. Sus arterias y venas forman una red de unos 100.000 kilómetros dentro de nuestro organismo. Una medida que supone más del doble de la circunferencia de la Tierra.

Cuestión de formas

El corazón no tiene la forma de su ícono, ni se sitúa a la izquierda del tórax. El corazón humano está alojado en la parte central del tórax, concretamente entre los dos pulmones. La razón por la que creemos que se sitúa en la parte izquierda de nuestro pecho se debe a su forma. El corazón no es completamente redondo, sino que tiene más bien forma de cono. Su punta, como podríamos llamarla, está dirigida hacia el costado izquierdo, por eso sentimos mejor sus latidos cuando nos llevamos la mano a esta parte del pecho.

Circuito cerrado

El sistema cardiovascular está compuesto por el corazón y los vasos sanguíneos, y es el que hace circular la sangre por el cuerpo para suministrarle oxígeno y nutrientes. El corazón bombea sangre rica en oxígeno y nutrientes, manteniéndola en movimiento en el cuerpo dentro de un circuito cerrado.

Millones y potentes latidos

A lo largo de toda nuestra vida nuestro corazón puede llegar a latir uno dos mil millones de veces. A lo largo de un día, se produce un promedio de 100.000 latidos que bombean alrededor de 8 mil litros de sangre, según el Texas Heart Institute. Si el corazón fuese una fuente, su potencia haría que la sangre alcanzara los 10 metros de altura.

Los corazones de los niños y niñas laten más veces por minuto

El tamaño del corazón de los niños es más pequeño que el nuestro y equivale aproximadamente al tamaño de su puño. Durante esta etapa de la vida, el corazón de un niño late por encima de 100 veces por minuto, mientras que el de un adulto lo hace por debajo de esta cifra, salvo que esté realizando alguna actividad física.

Latidos rítmicos

El característico sonido que, Ana Torroja y Bosé describieron como Bum Bum, y que sentimos cuando escucharnos latir a nuestro corazón, se debe en realidad al sonido que producen sus cuatro válvulas al cerrarse.

De los más trabajadores…

El corazón es uno de los órganos que realiza un trabajo físico mayor que cualquier otro músculo de nuestro cuerpo. El humano bombea en tan solo un minuto unos cinco litros de sangre. Una cantidad que puede incrementar si hacemos deporte, pues el ejercicio físico aumenta el número de latidos haciendo que podamos bombear hasta veinte litros en un minuto.

…Y no descansa

Durmiendo o despiertos, nuestro músculo cardiaco sigue trabajando duro y bombeando tanta sangre que podríamos llegar a llenar cerca de un millón de barriles en toda una vida.

Hay que cuidarlo

El tabaco puede dañar el corazón. Puede resultar lógico, pero a veces se nos olvida. Y además, si todos lleváramos una alimentación sana y practicáramos ejercicio con regularidad estaríamos dando unos pasos clave para conseguir que las enfermedades cardiovasculares dejen de ser la primera causa de muerte en el mundo. Si no cambiamos nuestros hábitos de estilo de vida, las estimaciones apuntan a que esa cifra crecerá y alcanzará los 23 millones de muertes en 2030.

Para evitarlo, come y bebe bien; vigila tu nivel de glucosa en sangre; mantente físicamente activo; controla tu presión sanguínea; abandona el tabaco si eres fumador; mantén a raya tus niveles de colesterol y tu IMC (Índice de Masa Corporal); además de cuidarlo en lo emocional.


Consejos desde Saludablemente

Cuando empezamos a estudiar los órganos del cuerpo, nos damos cuenta de que todos son sorprendentes. En el caso del corazón, no solo por sus capacidades y por ser el músculo más fuerte que poseemos, sino también porque sabemos que sin él no podríamos vivir, pues es el responsable de irrigar vida a todo nuestro cuerpo. Y además, es el embajador de nuestras emociones.

Sabemos que la mente y la salud física de las personas están estrechamente conectadas. De forma recurrente la salud del corazón ha sido vinculada con ciertas problemáticas psicológicas, y si bien las investigaciones no confirman una causalidad directa e inmediata de los padecimientos psicológicos sobre las cardiopatías, sí se les considera un factor de riesgo principal en la salud cardiovascular.

El malestar psicológico que produce el estrés sostenido o algunos rasgos de la personalidad, podrían desencadenar problemas cardíacos de distinta intensidad si no son abordados y tratados en tiempo adecuado. También sabemos que las personas que padecen afecciones cardíacas requieren tomar especial cuidado de su salud mental para favorecer la estabilidad y recuperación física que les aqueja.

Entonces, la pregunta que nos surge es

¿De qué debemos preocuparnos para cuidar nuestra salud mental en relación con nuestro corazón?

Identificar y gestionar nuestras emociones: es fundamental que podamos conectar con nuestros estados emocionales e identificar cuándo estamos enfrentando situaciones de vida que nos generan estados emocionales más adversos (pena, rabia, preocupación, nerviosismo, etc.), de manera que podamos conducir esas emociones sanamente y podamos resolver las necesidades afectivas que subyacen.

Cuidado con el estrés prolongado: recordemos que sostener estrés por períodos de tiempo prolongados, ya sea ligados a la vida personal como laboral, puede acarrear consecuencias a nuestro corazón, puesto que puede desregularse nuestra presión arterial, y generarse otros cambios específicos en nuestro sistema cardiovascular que aumentan el riesgo de afecciones cardíacas (como hipertensión, ACV, enfermedad coronaria, infarto agudo al miocardio e insuficiencia cardiaca, entre otras). Por ello, es necesario que pidamos ayuda a tiempo, regulemos nuestros tiempos de trabajo y descanso, sigamos rutinas saludables y busquemos ayuda profesional si nos cuesta hacer frente a períodos de alta presión y exigencia.

Priorizarse: para favorecer nuestra salud mental y la del corazón es importante que promovamos en nuestra propia vida las actividades que generan bienestar y que podamos desarrollar pensamientos positivos (sí, podemos aprender a hacerlo). De esta manera mejoraremos nuestras capacidades adaptativas ante situaciones adversas, y podremos influir positivamente también en nuestro cuerpo, mejorando la respuesta inmunitaria y alcanzando niveles más bajos de inflamación y sobresalto.

En compañía es mejor: Siempre acompañarnos, buscar apoyo y ayuda en nuestro entorno, ayudará a mejorar nuestra salud emocional, pues podemos sentir los problemas menos amenazantes cuando tenemos un soporte afectivo y práctico con nuestros seres significativos.

Recuerda que siempre hay alguien que puede ayudarte:

Red de Apoyo Psicológico.

Fuente: Cuidateplus.marca.com

Frases bellas y célebres sobre el corazón

  • “El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico”.

Charles Dickens


  • “Si no quieres acabar en un manicomio, abre tu corazón y abandónate al curso natural de la vida”.

Haruki Murakami en la novela “

Tokio blues (Norwegian Wood)


  • “El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón”.

Albert Einstein.


  • "El hombre tiene corazón, aunque no siga sus dictados".

Ernest Hemingway.


  • “A un boxeador que sólo tenga corazón sólo le espera una paliza.”

MORGAN FREEMAN como Eddie Scrap en Million Dollar Baby.


  • “Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón”.

RUSSELL CROWE como John Nash, en Una Mente Brillante.


  • “Hay un espacio vacío dentro de mi corazón donde las alas toman raíces.”

THOM YORKE, vocalista de RadioHead


  • “En tu corazón hay algo más sabio que la sabiduría.”

JAMES JOYCE


  • “La paz existe. Existe en el corazón y el alma.”

SHARON STONE


  • “Muchas veces, la sabiduría del corazón prueba ser más profunda que el interior de nuestros cerebros.”

VIKTOR FRANKL


  • "Cuida el corazón, porque cuando se está aparentemente arriba, no hay que olvidarse de los que están abajo".

José Mujica, ex Presidente de Uruguay a Gabriel Boric, actual Presidente de Chile


  • "Qué ligero parece el corazón, y a la vez, que cosa tan pesada".

Patti Smith en su libro “Augurios de Inocencia”. (Cantante y compositora estadounidense, ídola del punk rock)